Las altas temperaturas en verano acechan y solemos subir el aire acondicionado a tope. Las altas temperaturas así como los cambios bruscos del frío al calor, y viceversa, favorecen las enfermedades respiratorias. Lo mismo sucede en invierno.
Debemos proteger los pulmones y mimarlos para mantener la salud. Una de las formas de lograrlo es a través de la alimentación. Seguir una dieta típica mediterránea disminuye un 50% el riesgo de padecer un trastorno respiratorio, esto se debe gracias a los nutrientes que aporta de forma equilibrada.
Dale menos trabajo a tus pulmones.
Esta dieta es baja en grasas saturadas, lo que te ayuda a evitar la obesidad. Y es muy importante este punto porque tener “barriguita” eleva el diafragma y hace que apriete la caja torácica, lo que limita la cantidad de aire que pueden recoger los pulmones. Además, tu organismo la cuesta mucho más mover el tórax s hay grasa acumulada (por el peso) lo que limita la respiración. Por otro lado, esa obesidad puede causar el síndrome de la apnea obstructiva del sueño (interrupciones de la respiración al dormir).
Evita el deterioro de estos órganos respiratorios.
Una dieta demasiado restrictiva tampoco conviene porque hay estudios que han demostrado que la desnutrición lleva a la pérdida de proteínas de los músculos de la caja torácica, lo que empeora la capacidad respiratoria.
Alimentos que dan vida a tus pulmones.
¿Qué debes tener siempre en tu despensa?
- Yema de huevo, vegetales rojos, amarillos y verdes son ricos en vitamina A que mejora las membranas del aparato respiratorio.
- Acelgas y almendras. Contienen vitamina E, que fortalece los pulmones y evitan el riesgo de enfermedad pulmonar grave.
- Cereales integrales y levadura de cerveza. Su selenio ayuda a desintoxicar de los metales pesados y los tóxicos del tabaco.
- Cítricos, kiwi, tomate y brócoli. Te aporta vitamina C que protege las células del CO2, de las nitrosaminas y de los radicales libres.
- Pescado azul, aceite de oliva y nueces. Tiene omega 3 con propiedades antiinflamatorias muy beneficiosas.
- Beber al menos de 6 a 8 vasos de agua al día. Una buena hidratación es fundamental para mantener tus pulmones saludables. La deshidratación es un factor de riesgo para sufrir enfermedades respiratorias.
Ejercicio y calidad respiratoria.
Lo habitual es respirar incorrectamente: tomar aire por la nariz o usar solo la parte superior de los pulmones. Los expertos aseguran que “reeducar” la respiración es posible. Nos aconsejan los siguientes ejercicios:
- Caminatas a buen ritmo. Se ha demostrado que salir a caminar durante 30 minutos mejora el funcionamiento de todos los músculos, incluido el pulmón. También la musculatura que interviene en la respiración se vuelve más eficiente si eres constante en esta actividad.
- Natación. Una de las mejores opciones para mejorar los pulmones, sobre todo si se padece enfermedades respiratorias. Con este deporte se controla la respiración y ayuda a tomar conciencia de ella en todo momento.
- Carrera suave. Al correr mueves los brazos y movilizas los músculos de la zona superior del tronco beneficiando a los pulmones. Esta parte de la musculatura está implicada en el proceso de la respiración.
¿Fumas o has fumado?
El humo del tabaco ocasiona una gran toxicidad a nivel respiratorio y provoca dos de las principales enfermedades respiratorias: la EPOC y el cáncer de pulmón.
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Tu Dietista Mari Carmen Ramírez
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